Hoy en este inicio o segundo acto quiero del recorrido de mis alforjas llenas extraer parte o algo de lo que va conmigo.

Se que apenas queda nada del todo que las lleno, apenas queda nada, de lo que dije, hice, o escribí en un papel. Apenas solo quedan cicatrices y heridas en la piel
De la sonrisa un verso, de la esperanza un sueño y de los sueños Los años nos despojan de ellos.
Son los duendes, son los dueños. que hacen con el tiempo que se conviertan en más pequeños, pero más eternos.

En esta parte del camino recorrido, hecho, maltrecho, dolido, aquejado y viejo.
No es verdad pero rima y en parte es el poeta en el camino hecho, lo que hace de la vida, buscar de las heridas un consuelo y preguntar al cielo: ¿Por que es así esta vida…?

Y ver las injusticias por los suelos que pisan los demás sin más recelo que el de mirar al lado y decir, la vida es esto, también lo hacen ellos.
Los demás hacen lo mismo, acaso yo soy menos que los demás, o me hago de menos.

Y que más da, si tú sigues detrás. Por que no quieres, por que no puedes, porque no te dejan. Y te quejas, te lamentas
Vas con ellos sin oponer nada más que tus quejas. Las oigo, las he oído siempre, me persiguen detrás.

Escribe de lo justo y de lo injusto, del pan, de los demás, del hambre, de la guerra, de las mentiras, de la verdad.
Escribe simplemente y quéjate detrás, detrás estamos todos, quejándonos igual.

Que bello, que bonito y cuantos como yo habrán hecho el camino, buscando en el amor, en la honradez, en la pureza su bandera. Que ondea por desgracia después de cada guerra.
Y cuantos como tú habrán tirado la toalla después de una tormenta y sumisos al tiempo tan solo esperan que llueva.

Darte una solución, eso quisieras. Una palabra mágica, un gesto, una idea algo donde agarrarte, para salir o quedarte … en una posición más cuerda, más seria más humana, más eterna.

Pero Dios, el que existe según las condiciones. El que nos muestran los dogmas y todas religiones. El que nos interesa según el momento. El que queremos creer cuando lo necesitamos.
El que nos viene bien tan solo para lo nuestro. Es el Dios que buscamos y hemos perdido es un Dios de intereses sin verdades, que carece de la esencia primordial del nacimiento y de la propia muerte.

La tenemos delante cuando abrimos los ojos y miramos de lado para no ver el frente y dejamos que otros nos guíen el camino que inexorablemente es nuestro recorrido
Y como siempre ha sido, y como es así …? Y como nadie vuelve, y como no lo se …? Esto es más de lo mismo o es un poema.

Adentrarse en lo ajeno, sueños y penas Arrojarse a la hierba, verde botella, fresca brisa del mar, tus ojos, mis versos, tu belleza, el cielo, las estrellas.

No me pidas el mar, se me va de las manos como agua cuando lo quiero entregar.
No me pidas el sol, ni el cielo que mis manos no llegan tan lejos.

Si pretendes amor, si pretendes soñar no me lo pidas
por que eso tú, simplemente tú, lo puedes conseguir y dar.

Sirva la presente para los presentes y los ausentes.Para los que quieran estar, para los que se han ido, para los que vendrán.
Dejo las huellas del tiempo en este final, las que vamos dejando y olvidamos una y otra vez al pasar.
Escrito el 24 de Junio de 2.007 - Publicado noche del 12 al 13 de 2.008
Jesús Pérez Marqués
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